El día de los Santos Innocentes se presta a bromas de diversa índole. Ya está bien que el calendario marque un día específico para dar rienda suelta al ingenio y al humor, aunque el origen de la fecha no es gracioso en absoluto.
Volviendo al humor... ¿por qué restringirlo sólo al 28 de Diciembre? ¿No es bueno cualquier momento del año? ¡Especialmente para reírse de uno mismo!