Esta mañana, sin bajarme de la bici, me acerco a un chico que repartía un periódico gratuito por todos conocido. Cuando uno no tiene televisión en casa tiene que buscar otras formas de estar conectado con el mundo. Quizá leer un periódico de poco más de 15 páginas no siempre es la mejor garantía de estar bien informado..., pero a veces es mejor que nada.
El repartidor me hace entrega -con amabilidad- de un ejemplar asegurándose de que alcanzo desde la bici. Ya con el periódico en el bolso me dispongo a volver al asfalto, pero una escena entre absurda y graciosa hace quedarme ahí unos segundos más.
A un par de metros del repartidor se encuentran 4 jóvenes. Estan de pie, mirando al frente, parados en una esquina de una importante y transitada calle. Quizá acaban de salir de la estación de tren y esperan un taxi... Lo que está claro es que algo están esperando. Si no fuera así estoy segura de que habrían encontrado un lugar mejor para pararse a contemplar el mundo, por lo menos un lugar donde no haya riesgo de ser atropellados. A juzgar por la maleta que cada uno de ellos tiene junto a sus pies y, sobre todo, por el sombrero de "cowboy" que llevan puesto... diría que no son de aquí. No sabría adivinar su nacionalidad ni el/los idioma/s que hablan.
De repente el repartidor de periódicos, situado justo detrás de ellos, les llama la atención. Y con gran convicción les dice: "¡Tomad un periodico.... claro que sí.... leer fomenta!" El chico -muy seguro de sí mismo- más que invitarles a coger un periódico... yo diría que no les deja otra opción. Coloca un ejemplar entre las manos de cada uno de ellos... ¿Por qué no? Los muchachos le miran con una mezcla de desorientación y asombro. Parecen no entender mucho, pero cogen el periódico y vuelven a su postura inicial de espera y/o contemplación.
La pregunta es: ¿lo van a leer? Probablemente no, pero el periódico fomenta... ¿Y qué fomenta? Pues eso el repartidor ya no lo especificó, aunque no creo que fuera por desconocimiento.... Lo más importante es.... ¡que quedan 4 periódicos menos por repartir!
El repartidor me hace entrega -con amabilidad- de un ejemplar asegurándose de que alcanzo desde la bici. Ya con el periódico en el bolso me dispongo a volver al asfalto, pero una escena entre absurda y graciosa hace quedarme ahí unos segundos más.
A un par de metros del repartidor se encuentran 4 jóvenes. Estan de pie, mirando al frente, parados en una esquina de una importante y transitada calle. Quizá acaban de salir de la estación de tren y esperan un taxi... Lo que está claro es que algo están esperando. Si no fuera así estoy segura de que habrían encontrado un lugar mejor para pararse a contemplar el mundo, por lo menos un lugar donde no haya riesgo de ser atropellados. A juzgar por la maleta que cada uno de ellos tiene junto a sus pies y, sobre todo, por el sombrero de "cowboy" que llevan puesto... diría que no son de aquí. No sabría adivinar su nacionalidad ni el/los idioma/s que hablan.
De repente el repartidor de periódicos, situado justo detrás de ellos, les llama la atención. Y con gran convicción les dice: "¡Tomad un periodico.... claro que sí.... leer fomenta!" El chico -muy seguro de sí mismo- más que invitarles a coger un periódico... yo diría que no les deja otra opción. Coloca un ejemplar entre las manos de cada uno de ellos... ¿Por qué no? Los muchachos le miran con una mezcla de desorientación y asombro. Parecen no entender mucho, pero cogen el periódico y vuelven a su postura inicial de espera y/o contemplación.
La pregunta es: ¿lo van a leer? Probablemente no, pero el periódico fomenta... ¿Y qué fomenta? Pues eso el repartidor ya no lo especificó, aunque no creo que fuera por desconocimiento.... Lo más importante es.... ¡que quedan 4 periódicos menos por repartir!
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